
El turismo en Argentina atraviesa un período de estancamiento que se prolongó por más de una década, afectado por la volatilidad macroeconómica y una marcada concentración geográfica de la oferta. En este complejo escenario federal, Tucumán ocupa un rol marginal, quedando rezagada frente a los principales polos receptores de visitantes. Con una participación de apenas el 1% en las pernoctaciones totales a nivel país, la provincia enfrenta el desafío de revertir indicadores que la sitúan en la periferia del mapa económico del sector, de acuerdo a un informe elaborado por Argendata.fundar, al que tuvo acceso Tendencia de Noticias. A pesar de contar con activos naturales estratégicos, la falta de consolidación en el "top 10" de destinos y una baja incidencia en la generación de puestos de trabajo formales evidencian una brecha significativa entre el potencial del Jardín de la República y su realidad prestacional.

Los datos son contundentes al analizar la situación tucumana en comparación con el resto de las jurisdicciones. En términos laborales, la provincia registra uno de los desempeños más débiles: ocupa solo el 5,3% del empleo asalariado del sector, integrando un bloque de provincias con baja especialización turística. Según destaca el informe, en "Chaco, Tucumán, La Rioja y San Juan el turismo explica menos del 6% del empleo formal. Se trata de distritos con un desarrollo turístico más modesto, y con una especialización productiva en otros sectores".

Esta modestia en el desarrollo se traduce también en una escasa visibilidad para los viajeros. Tucumán no figura entre los 10 principales destinos elegidos por el turismo receptivo (no residentes) ni por el turismo interno (residentes). Mientras que la Ciudad Autónoma de Buenos Aires concentra el 59% de las visitas internacionales y el 19% de las nacionales, y provincias como Mendoza, Salta y Río Negro mantienen posiciones de liderazgo, Tucumán permanece fuera de esta lista privilegiada que reúne el 91% de las pernoctaciones extranjeras. En cifras concretas, nuestra provincia durante 2024 registró 338.974 pernoctaciones frente a las 8,9 millones de CABA, 6,9 millones de Buenos Aires, 3,3 millones en Córdoba, mientras que, a nivel regional, Salta mostró datos por 1,1 millones de pernoctaciones y Santiago del Estero poco más de 949 mil.

No obstante, el estudio, llevado a cabo por Daniel Schteingart, Carola della Paolera, Joan Manuel Vezzato, identifica una oportunidad de crecimiento basada en sus recursos naturales. Se señala explícitamente que "Chaco y Tucumán son grandes destinos para el turismo asociado a la biodiversidad (por los ecosistemas chaqueño y yungas, respectivamente)", lo que sugiere que la provincia posee un capital ambiental aún no explotado plenamente por la infraestructura turística.
Balanza deficitaria y alta concentración
A nivel general, el turismo en Argentina representa entre el 1,7% y el 4,4% del PBI, situándose por debajo de la media mundial y ocupando el puesto 110 entre 125 países en cuanto al peso del sector en la economía. Durante 2024, la actividad generó exportaciones por casi USD 5.000 millones, consolidándose como el sexto complejo exportador del país.

Sin embargo, el informe advierte sobre una balanza comercial turística estructuralmente deficitaria: en 42 de los últimos 49 años, los argentinos gastaron más en el exterior de lo que ingresó por visitantes extranjeros. Este fenómeno se agrava por la lejanía de la región respecto a los grandes centros de consumo global y la falta de conectividad aérea internacional fuera de Buenos Aires.
En materia de trabajo, la industria turística nacional empleó a 1,2 millones de personas en 2022 (5,5% del empleo total), con una fuerte presencia de la gastronomía y el transporte. El sector se caracteriza por tener tasas de empleo joven e informalidad superiores a la media de la economía, con un 48% de asalariados en la informalidad.

Finalmente, el documento subraya que, mientras provincias como Río Negro o Tierra del Fuego han logrado que el turismo explique más del 10% de su empleo formal gracias a destinos de alcance mundial, el resto del país —con Tucumán a la cabeza de los distritos rezagados— depende de "la capacidad institucional y la coordinación regional" para transformar sus atractivos en motores de desarrollo real.